Escrito por mujeres (1951-2010): teatro feminista hispanoamericano

escrito por mujeresHace un tiempo me obsequiaron el volumen Escrito por mujeres II, una antología de teatro feminista de la segunda mitad del siglo XX hasta inicios del XXI, publicada en la colección Latin American Theatre Review Books de la Universidad de Kansas. Su lectura me ha resultado placentera y me ha revelado las inquietudes intelectuales y artísticas de un puñado de mujeres en países diversos y con experiencias también diferentes que, no obstante, se vieron impulsadas a volcar su mirada crítica a las tablas, con resultados que, ayer y hoy, están artísticamente logrados y siguen promoviendo el debate de ideas, tanto en torno al género (entendido como gender), como a la experimentación teatral propiamente dicha.

El volumen se abre con Magdalena Mondragón (1913-1989), dramaturga mexicana activa a mediados del XX, una “hija de la revolución”, pero que no duda en cuestionar el rol femenino que el discurso oficial propugnaba: el de compañera abnegada del varón. En El mundo perdido, Mondragón nos presenta un hecho contrafáctico: ¿cómo habría sido el mundo si Adán no hubiera mordido la manzana instigado por Eva y la serpiente? Demasiado aburrido, con un paraíso que no inspira más que mediocridad y marasmo, donde Eva no deja de mostrarse intelectualmente curiosa y opaca a un Adán conformista y con miedo a la autoridad. La editora de la pieza, May Farnsworth, contextualiza bien este aspecto: “El hecho de que la mujer quiera desempeñar un papel más protagónico en la creación del mundo nos permite leer la obra en el contexto de México en vísperas del sufragio femenino” (Escrito por mujeres II, p. 4).  Este carácter rebelde y cuestionador de Mondragón quizás explique, junto a otros factores, que la obra no se haya estrenado en el momento de su redacción (1951).

Otra escritora militante fue la recientemente desaparecida Dolores Prida (1943-2013). Nacida en Cuba, exiliada en Nueva York, Prida llevó a las tablas la condición migrante femenina y el fenómeno bicultural que ha generado. En palabras de Camilla Stevens: “El resultado ha sido un teatro político  -aligerado por el humor y el sabio uso de elementos de la cultura popular tales como la telenovela, el concurso de belleza, la comida, la música, los proverbios, las prácticas populares religiosas- con que la comunidad latina se siente identificada” (Escrito por mujeres II, p. 31). La obra incluida en la antología, Botánica. Una comedia de milagros, estrenada en 1991, es un buen ejemplo de su producción: una muchacha, Milagros, regresa al Barrio, en la ciudad de Nueva York, luego de graduarse de una universidad privada y exclusiva en New Hampshire. Es un retorno también al negocio familiar, una tienda botánica donde se pone de manifiesto el saber popular de la hechicería y el sincretismo religioso del Caribe. El conflicto de Milagros queda claro desde el inicio de la obra: ¿volver al Barrio para quedarse y regentar la botánica, asumiendo la herencia familiar y femenina (ya que su núcleo es de mujeres: madre y abuela, cuando no alguna vecina), o –por el contrario- tomar ese trabajo tan prometedor en el Chase Manhattan Bank y cambiar radicalmente su vida, cancelando una parte de su identidad?

Otra dramaturga a la que le interesa representar núcleos familiares eminentemente femeninos, con una puesta en escena algo más arriesgada y experimental es Patricia Ariza, nacida en Colombia en 1946. Esta autora se ha desarrollado en el ambiente de los grupos teatrales, como La Máscara y La Candelaria, con temas que reflejan un compromiso social y de género, como observa Brenda Werth: “Los dos grupos [de los que forma parte Ariza] trabajan principalmente con la creación colectiva, están comprometidos con la comunidad, buscan alcanzar un público amplio y diverso y se inspiran en un gran repertorio de autores extranjeros (sobre todo Brecht) para reimaginar sus obras en el contexto colombiano” (Escrito por mujeres II, pp. 74-75). Montada en 1994, Luna menguante recrea los principales ritos de paso de la femineidad, poniendo en escena a mujeres de generaciones sucesivas (abuela, madre y las dos hijas) cuyos diálogos y acciones sobre las tablas reflejan, a la vez que cuestionan, los roles femeninos tradicionalmente asignados en el mundo hispanoamericano.

La última pieza de la antología, Esa extraña forma de pasión, pertenece a la dramaturga argentina Susana Torres Molina (nacida en 1946). Según señala nuevamente Brenda Werth: “Una de las constantes en el teatro de Torres Molina es su deseo de crear situaciones que atenten contra lo establecido y frustren el conformismo” (Escrito por mujeres, p. 93). La obra que se incluye aquí recrea los años de la dictadura en Argentina y la lucha armada de los montoneros, desde una perspectiva femenina que se nos ofrece en su contexto (a través de la experiencia de una joven militante en un centro de detención y también en su relación con su eventual pareja de maniobras guerrilleras) y más tarde, en la actualidad del año 2010, cuando se nos presenta a una mujer escritora que evalúa esos años difíciles a través del filtro de la memoria y la creación. Esta es la obra más compleja en términos de montaje teatral, lo cual recuerda la condición espectacular que el género dramático nos reclama cada vez que leemos el texto. De hecho, tras la lectura, apetece ver alguna de las cuatro obras (si no las cuatro) y se echa en falta su inclusión con más frecuencia en los repertorios teatrales hispanoamericanos.

En conclusión, recomiendo la lectura de Escrito por mujeres II. El volumen ofrece textos apetitosos, que promueven la reflexión tanto social como literaria, en torno a la mujer, de la mano de temas y contextos variados (la dictadura argentina, el México postrevolucionario, la comunidad latina de Nueva York, etc.). Se agradece a las editoras (May Farnsworth, Camilla Stevens y Brenda Werth) por el esmero puesto en la edición de estos textos dramáticos, así como por sus introducciones sólidas y atractivas para el neófito, con un bibliografía final que invita a seguir investigando sobre la obra de estas cuatro figuras del teatro femenino.

Autor: orodeindias

Disce, puer, uirtutem ex me uerumque laborem, fortuna ex aliis

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