Prosas de un nostálgico y sufridor ejemplar

Valle Goicochea, Luis. Los zapatos de cordobán. Escritos en prosa (1928-1949). Ed. Chrystian Zegarra y Luis Valle Cisneros. Lima: Editorial San Marcos, 2012.

Luis Valle Goicochea ha pasado a los anales de la literatura peruana como otro poeta niño, a lo José María Eguren, gracias a su obra más reconocida, Canciones de Rinono y Papagil. Si este malogrado autor peruano se ha quedado en el umbral del canon literario, etiquetado como poeta delicado e ingenuo, émulo del Eguren de La niña de la lámpara azul, esta antología de sus Escritos en prosa nos lo ofrece, en cambio, como una figura en realidad más cerca del Abraham Valdelomar amante de los crepúsculos o de un fantasmal Gérard de Nerval.

En efecto, el volumen que comentamos aquí nos ofrece una rica antología de su prosa, la cual dialoga con su obra poética de dos maneras aparentemente distintas, pero complementarias, reflejadas en las partes que conforman el libro. En la primera sección, se edita una serie de textos que recrea la infancia y la vida familiar en el pueblo natal. En ese conjunto inicial sobresalen el relato de Los zapatos de cordobán y la novela corta El árbol que no retoña, el cual condensa toda la poética narrativa de Valle Goicochea, con chispazos del mejor Valdelomar melancólico de Tristitia y El vuelo de los cóndores. ¿No tienen El árbol que no retoña o Los zapatos de cordobán algo de esa tristura e infantilismo marcados por una religiosidad trágica? Ambos textos son narraciones extensas, aunque sin intriga novelesca mayor, que evocan episodios infantiles, así como los temores y fascinaciones de entonces. Junto a Valdelomar, a uno se le viene a la cabeza el Edmundo de Amicis de Corazón, con esos niños de alma purísima y conscientes del dolor ajeno.

El resto de relatos de esta parte es afín al propósito de recrear la infancia bajo la lupa de la nostalgia aldeana. Se trata de textos que podrían considerarse ensayos cortos de este tono tan recusado, con la excepción de Presentimiento y Una venganza. El primero de los mencionados, en particular, es una pieza que nos recuerda el tono de algún cuento fantástico de Clemente Palma y al César Vallejo de Más allá de la vida y de la muerte. Tanto Un presentimiento como Una venganza representan un cauce que Valle Goicochea no abrazó, pero que, a la luz de otros textos publicados póstumamente, resulta absolutamente coherente con su personalidad ya oscura y angustiada.

La segunda parte del volumen constituye la joya de esta recopilación, dado que nos revela a otro poeta, menos acartonado, como expulsado de aquel paraíso, arcadia personal, que fue su infancia pueblerina. El texto Sueños de un poeta es, hasta donde mi conocimiento alcanza, un testimonio excepcional dentro de la literatura contemporánea peruana y, sin cancelar otras perspectivas, se presta a ejercer la crítica psicoanalítica tan en boga. El Diario de hospital se encuentra en el mismo sendero. Finalmente el desgarrador texto Angustias y temores nos hace pensar en un Gérard de Nerval a pique de escribir Aurelia.

Solo queda agradecer a los diligentes editores, Chrystian Zegarra y Luis Valle Cisneros, cuyos textos preliminares aportan datos, ideas y bibliografía de suma utilidad para el estudio a fondo, todavía pendiente, de Luis Valle Goicochea. Con estos materiales urge una reconsideración de los prejuicios críticos y del lugar de este autor en el canon peruano. Presentimiento es una interesante muestra de un género fantástico que andaba aún aclimatándose. Los singulares Sueños de un poeta pertenecen, por su parte, a la gaveta de los mamotretos inclasificables y más originales en nuestras letras.

Autor: orodeindias

Disce, puer, uirtutem ex me uerumque laborem, fortuna ex aliis

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